Convenio internacional permite avanzar en transferencia de conocimientos sobre la estimación de la Huella Hídrica

Una colaboración conjunta entre el Centro de Fruticultura de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Medioambiente y el Laboratorio de Teledetección Satelital del Departamento de Ciencias Físicas, de la Facultad de Ingeniería y Ciencias, permitió materializar la visita de la Dra. Paula Olivera, investigadora del Instituto de Hidrología de Llanuras de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, UNICEN, quien entre otras actividades académicas, dictó un seminario que abordó la estimación de la huella hídrica.

Esta importante visita que permite la transferencia de conocimientos, se logra gracias al convenio internacional existente entre la UNICEN y la Universidad de La Frontera, el cual se gestó a partir del contacto entre investigadores del ámbito de la teledetección satelital. Así lo señaló el Dr. Juan Carlos Parra, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la UFRO, quien indicó que “básicamente, el convenio focaliza su accionar en la formación de recursos humanos a través de la dictación de cursos online y seminarios; movilidad de estudiantes (pre y postgrado) e investigadores, además de la presentación conjunta de proyectos de investigación”.

Asimismo, adelantó que futuras acciones con el Instituto de Hidrología de Llanuras considera reuniones online para definir áreas prioritarias de colaboración conjunta, así como la visita al citado Instituto.

Sobre estas importantes instancias de colaboración, la Dra. Alejandra Ribera, académica del Departamento de Producción Agropecuaria, valoró el trabajo conjunto con el Dr. Juan Carlos Parra, destacando el poder avanzar gracias a este tipo de convenios internacionales, para acercar información actualizada, así como aterrizar metodologías al conocimiento de estudiantes y profesionales.

 

Contribución

Respecto al aporte realizado por la investigadora argentina, la académica sostuvo que “esta materia nos aporta, porque habla de un concepto muy relevante sobre el cual se ha avanzado poco a nivel mundial y mucho menos en Latinoamérica y el Caribe, y que tiene que ver con el indicador del consumo de agua que tienen los cultivos y sistemas agrícolas, y eso para países vecinos como Argentina ya no es una opción, pues está siendo un requisito poder certificar sus productos con esta huella hídrica como un indicador para ser comercializado o ser exportado. Por lo tanto, prontamente nos vamos a ver igualmente expuestos al mismo desafío, y en ese sentido tenemos que aprender a poder estimar este indicador o por lo menos, conocer cómo o cuáles son las metodologías para hacer las determinaciones”, sentenció la académica de la UFRO, Alejandra Rivera.

Durante la visita a la Universidad de La Frontera, la Dra. Paula Olivera participó de reuniones con investigadores y estudiantes del Programa de Magíster en Fruticultura, visitó el Parque Ecológico y Cultural Rucamanque y abordó en dos jornadas, el seminario sobre medición de la huella hídrica, orientado a estudiantes de postgrado.

 

Seminario

Olivera, Doctora en Ciencias Aplicadas mención Ambiente y Salud de la UNICEN, detalló que para analizar y cuantificar el indicador de la huella hídrica hay dos metodologías diferentes: una es el Water Footprint Network y la otra es  la norma ISO 14.046, no obstante, en el seminario se abordó sólo la primera metodología (WFN), donde se busca calcular el indicador que señala cuánta agua se consume mediante la producción de un determinado producto o una actividad, o bien, cuánta agua se contamina durante el proceso de producción.

“La importancia de poder realizar estudios o mediciones radica en que nosotros hacemos un consumo de agua que está bastante invisibilizado, y al estudiar la huella hídrica lo que queremos es precisamente, realizar una medición. El ciclo hidrológico de forma natural regenera el agua, pero en cuanto a disponibilidad tenemos que saber qué consumo anual hacemos mediante el uso doméstico, industrial y de producción agrícola, y si acaso este consumo respeta la taza de regeneración de agua, o bien, si entramos o no en el conflicto de si hacemos más uso de lo que hay disponible”, destacó la Dra. Olivera.