Científicos extraen primer “testigo de hielo” del Glaciar Sollipulli en búsqueda de respuesta al impacto del cambio climático

La actividad se enmarca en el Proyecto Anillo 210080 “Cold-Blooded: Drivers of Climate Change Refugia for Glaciers and Streamflow Responses”, en donde participa como uno de los investigadores principales, el Dr. Marcelo Somos Valenzuela, académico de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Medioambiente de la Universidad de La Frontera.
Preservar la memoria climática de un lugar único y comprender mejor los impactos del cambio climático en los glaciares de la región a través del análisis de un “testigo de hielo”, fueron los objetivos de una expedición científica al Glaciar Sollipulli realizada por investigadores de la Universidad de Concepción, Universidad Andrés Bello y la Universidad de La Frontera.
La actividad se enmarca en el Proyecto Anillo 210080 “Cold-Blooded: Drivers of Climate Change Refugia for Glaciers and Streamflow Responses”, en donde participa como uno de los investigadores principales, el Dr. Marcelo Somos Valenzuela, académico del Departamento de Ciencias Forestales de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Medioambiente de la Universidad de La Frontera.
El Dr. Somos es especialista en recursos hídricos cuya investigación incluye los impactos de los cambios en la cobertura del suelo y el clima, el incremento de eventos extremos como inundaciones y sequías, la parametrización de modelos hidro-glaciologicos y estudios de campo para mejorar la predicción y adaptación al cambio global en sistemas de montaña. Además, lidera el Laboratorio de Montaña y Recursos Hídricos (Lab-MoRH) donde participan estudiantes de pre y postgrado de diferentes universidades.
Ubicado en la región de La Araucanía, el Glaciar Sollipulli, es probablemente el glaciar más profundo de Chile al norte de los campos de hielo de la Patagonia, con un espesor de aproximado de 700 metros de hielo. Este glaciar ha estado perdiendo masa a un ritmo alarmante, con aproximadamente 70 metros de hielo desde el año 2000 y 4 metros de hielo por año en la última década.
El equipo científico que integra el Proyecto Anillo 210080, está compuesto por investigadores provenientes de varias disciplinas: Ciencias de la Computación, Geografía, Geología, Geofísica, Ingeniería, y Sociología, quienes buscan entender la resiliencia de los ambientes glaciares Andinos ante escenarios de cambio climático y sus consecuencias en la hidrología.
El proyecto centra su área de estudio en los Andes entre los 34ºS y 40ºS, con cuatro zonas de trabajo intensivo: La Sierra del Brujo, Los Nevados de Chillán, la Sierra Nevada y el Monte Tronador. Cada uno de estos lugares representa diferentes ambientes de cobertura glacial, desde glaciares de valle con elevaciones sobre los 4000 metros hasta glaciares, comprendiendo glaciares recubiertos a mayormente de hielo limpio. Las campañas de terreno regulares a estos sitios buscan levantar información geoespacial, climática, hidrológica y glaciológica.
TESTIGOS DE HIELO
Entre los numerosos registros climáticos indirectos, uno de los más precisos, versátiles y de mejor resolución temporal, es un hielo glaciar. Año tras año sobre la superficie de un glaciar se acumulan capas de nieve las cuales, en su composición química, guardan un registro de diversos parámetros ambientales.
Accediendo y analizando la sucesión de capas de hielo que componen un glaciar, se puede estudiar las variaciones del clima en épocas remotas. Con diferentes técnicas de perforación, se pueden extraer muestras de cada capa de hielo en profundidad. Estas muestras de hilo, se les conoce como testigos de hielo.
La expedición logró obtener tres testigos de hielo – muestras cilíndricas del glaciar-, con una profundidad de menos de un metro. A pesar de que la profundidad es limitada, la actividad representa un primer e importante paso para estudiar el clima pasado del Glaciar Sollipulli. “La toma de estas muestras de hielo, son parte de un esfuerzo mayor de nuestro equipo de trabajo para entender cómo el clima y las actividades antropogénicas regionales, han interactuado en el tiempo, conocer sus impactos en los sistemas de montaña y los recursos hídricos del Centro-sur y Austral de Chile. Además, nos permite acercar a estudiantes de postgrado de la universidad a otros grupos nacionales e internacionales con una amplia experiencia en estudios de testigos de hielo, hydroclima e isotopía,” indicó el Dr. Marcelo Somos.
“En los laboratorios analizaremos los isótopos presentes en los testigos para obtener información sobre las condiciones climáticas en la región. Esperamos que en el futuro podamos realizar nuevas expediciones para obtener testigos más largos y profundos, que nos permitan reconstruir el clima del glaciar a lo largo de miles de años”, indicó Jan Erik Arndt, geofísico e investigador postdoctoral del proyecto Coldblooded.
Escrito por: Sergio Valenzuela Sanzana
Dirección de Comunicaciones